El GNL se transporta en buques de doble casco diseñados específicamente para manejar la baja temperatura del GNL. Estos buques metaneros están aislados para limitar la cantidad de GNL que hierve o se evapora. Este gas que se evapora es en ocasiones utilizado para complementar el combustible para los transportistas. Los cargueros de GNL son de hasta 1000 pies de largo, y requieren una profundidad de agua mínima de 40 pies cuando está completamente cargado. A partir de 2012, había 360 buques transportando más de 220 millones de toneladas de GNL al año.